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Logros.
Mientras gatea, el bebé coordina movimientos que le ayudarán a consolidar la lateralidad en el futuro, también mejora su habilidad con las manos, su atención y el desarrollo sensorial. El dominio de este tipo de desplazamiento amplía su autonomía y su independencia. No se debe tener prisa porque un bebé empiece a caminar, es más importante que el niño gatee para fortalecer la espalda, los brazos y las piernas, tanto a nivel óseo como muscular.
Durante el octavo, noveno y décimo mes, el bebé puede gatear con facilidad y buena coordinación. En estos meses, los padres pueden observar como el bebé hace amagos de intentar ponerse en pie agarrándose, también comprueban que pone las piernas rígidas cuando le cogen en brazos. Con estos logros, el niño comunica que es el momento oportuno para ayudarle a ponerse en pie.
Habitualmente, los niños intentan ponerse en pie entre los 7 los 10 meses. No obstante, cada niño sigue su propio ritmo de desarrollo y los adultos deben respetarlo. Forzar al pequeño para ponerse en pie antes de disponer de madurez suficiente podría ser perjudicial para las piernas o la espalda. Lo adecuado es estimular su necesidad de movimiento, pero sin inducirle nunca a emprender un aprendizaje para el que no está preparado.
En la Escuela Infantil Kekos, las zonas de gateo son amplias y seguras, a la vez que disponemos de agarres para cuando se quieren poner en pie y estimulación visual y sensorial para favorecer su motricidad y provocar su necesidad de desplazamiento.