Entendemos por metodología, los medios que se ponen en práctica para llegar a los objetivos propuestos y tratar los contenidos que les corresponden.
La etapa en la que se desarrolla el primer ciclo de Educación Infantil, es fundamental en la vida del niño y la niña, ya que dependiendo del estímulo que reciba del adulto y del entorno, podrá desarrollar ciertas potencialidades con las que nacen los humanos.
Para esta etapa educativa nos gustaría partir de la expresión espontánea, libre y abierta de lo que el niño/a ya saben lo que quieren llegar a aprender, sus intereses, sus inquietudes y sus curiosidades.
La naturaleza nos brinda niños/as capaces de aprender escuchando, hablando, preguntando, moviéndose, imitando, investigando y jugando. Esa debe ser la base en el que sostenemos su aprendizaje.
Desde la propia experiencia, aprendiendo a través del juego, y para que niños/as aprendan haciendo, manipulando, mirando, divirtiéndose, practicando, jugando, conociendo y probando. Aplicar este método de trabajo en un entorno de afecto y confianza, para potenciar la autoestima y la integración social de los niños/as.
El educador velará por la atención individualizada y el seguimiento del grupo, facilitará la integración de los niños, guiará su proceso de aprendizaje y mediará en la resolución de problemas en situaciones cotidianas. También coordinará el proceso de seguimiento y evaluación.
El objetivo principal es el desarrollo integral de niños/as promoviendo una imagen positiva de sí mismos y respetando sus individualidades. Asegurar su desarrollo físico, cognitivo, emocional y social.
Los principios metodológicos orientan cómo enseñar proporcionando criterios generales que deben presidir nuestra intervención educativa, estos principios son:
- Aprendizaje significativo: partimos de los conocimientos previos del niño/a para que pueda establecer relaciones entre lo que ya sabe y lo que se le presenta.
- Globalización: proponemos a los niños/as las secuencias de aprendizaje, desarrollo de unidades didácticas, resolución de tareas que contienen los diversos campos de experiencia.
- Juego: a través del juego, el niño/a descubre la realidad y se forman conocimientos sobre ella. Aprendemos jugando.
- Afecto y relación: ofrecemos al niño/a un ambiente acogedor y seguro en el que se siente amado, tranquilo y confiado, para que pueda afrontar los retos que le plantea el progresivo conocimiento de su entorno, aceptando y superando las pequeñas frustraciones que implica la convivencia.
- Socialización e individualización: partimos del respeto de las cualidades y características de cada niño/a para favorecer su integración en el grupo y en el entorno. Por eso daremos mucha importancia a las personas, planificando propuestas diversificadas y ajustadas a cada niño/a en su forma de relacionarse con los demás y el entorno, a sus posibilidades y ritmos de desarrollo.